Cómo mantener en perfecto estado tu jardín

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Consejos prácticos para mantener en buen estado un jardín

¡Oh los jardines!, esos espacios que a todos nos sirven para encontrar el relax, que nos ayudan a encontrar un poco de paz y confort con nosotros mismos, y a los que llegamos a cuidar con un cariño y esmero único para conservar en buen estado sus alrededores.

Desde los jardines de Versalles, hasta un jardín pequeño, no importan las dimensiones, lo más importante para estos espacios es el diseño de jardines, la correcta distribución de cada espacio y el mantenimiento de los mismos.

Como empresa de conserjes, aquí os detallaremos algunos puntos que expertos paisajistas nos han aportado y que te ayudaran a mantener en perfecto estado las zonas comunes de su área de jardín.


Ojo con las malas hierbas

Es normal que siempre nazca la hierba mala en los sitios que no tienen el cuidado debido, y estas a la larga, pueden representar un problema para el espacio, ya que en abundancia pueden llegar a ahogar a nuestro jardín.

Además, la mala hierba puede traer plagas o generar mal aspecto a la vista a quienes admiren al mismo.

Los fungicidas son una excelente opción para mantener a raya a estos brotes indeseados, que además pueden traer un problema de plaga si no son controlados a tiempo.

Cómo eliminar las malas hierbas del jardín

Las malas hierbas son un problema constante en la jardinería. Sólo tienes que acostumbrarte a ellas… Pero luchar contra su propagación debe ser un reto constante si quieres crear un jardín o patio que no parezca descuidado.

¿Hay alguna medida que pueda tomar? Sí, la instalación de un sistema de riego por goteo y el recubrimiento de los lechos con corteza de pino o grava pueden resolver el problema. Las redes anti hierbas situadas debajo ayudarán a mantener las plantas adventicias en buena temporada.


Escarifica tu césped y mantenlo radiante

La escarificación es una tarea muy importante para mejorar la calidad de su césped y aumentar la eficacia de otros procedimientos de mantenimiento del césped.

El proceso de escarificación elimina la materia orgánica, como la paja o el musgo, de la base de las plantas de césped y ordena cualquier crecimiento lateral desordenado, que de otro modo impediría el crecimiento de un césped denso.

Si no se escarifica, los residuos se acumulan y provocan otros problemas. Por ejemplo, los céspedes con paja y musgo no serán muy resistentes al desgaste ni a la sequía.

Cuándo escarificar el césped

Lo ideal es que la escarificación se realice en primavera, pero también es eficaz si se realiza en otoño.

Recomendamos que la escarificación se realice antes de otros procedimientos, como el recebado, la resiembra y la aplicación de fertilizantes, para obtener el máximo efecto. Sin embargo, si tu césped ha sido abonado y recebado antes de escarificar, podría seguir siendo beneficioso durante las buenas condiciones de crecimiento del verano, una vez que los resultados de las otras operaciones de primavera hayan surtido efecto. En este caso, intenta que la escarificación sea ligera.

Cómo escarificar

La escarificación puede realizarse con un rastrillo de púas de muelle, tirando enérgicamente del rastrillo por la capa de hierba. Los escarificadores eléctricos, disponibles en los centros de jardinería locales o en las tiendas de bricolaje, facilitan la eliminación de la paja. La escarificación manual es un trabajo duro. Si tienes un césped grande, puede ser mejor utilizar una máquina.

Si después de la escarificación queda mucho material suelto en la superficie, puedes utilizar el cortacésped para recogerlo (siempre que tenga una caja de recogida). También merece la pena pasar el cortacésped por encima del césped para recoger los restos que hayan quedado tras el proceso de escarificación.

Fomentar el crecimiento después de la escarificación

Una vez que se ha creado el espacio alrededor de la base de las plantas de césped, el truco consiste en animar a la hierba a llenar el espacio. Hay que tener en cuenta dos puntos importantes.

En primer lugar, no hay que escarificar demasiado pronto en primavera. Es importante que la hierba crezca bastante bien y que cualquier espacio creado se llene de hierbas de césped deseables. Si el crecimiento es lento, existe un mayor riesgo de que los huecos se llenen de hierbas no deseadas o de maleza.

En segundo lugar, fomenta activamente el crecimiento de la hierba después de la escarificación mediante la resiembra o el abono.

Después del invierno, algunas zonas del césped pueden necesitar una resiembra. Esto es algo que tendrás que evaluar. Lo que está claro es que ahora tendrá que desherbar con frecuencia: al menos una vez a la semana durante el verano (un poco menos en primavera y otoño).

La altura ideal para un césped residencial es de 5 cm. No debe expandirse demasiado y, si lo hace, no cortes más de un tercio a la vez o se debilitará. Si es necesario, segar varias veces hasta alcanzar la altura deseada.

En caso de temperaturas muy elevadas, puede dejarse el césped más alto para protegerlo.


Poda para crecer

Asimismo, como nuestro jardín necesita el agua, también necesita de un constante mantenimiento y trabajo de poda de árboles.

A medida que los arbustos y árboles van creciendo, necesitaran de recortes de hojas o tallos, para que puedan ir naturalmente tomando su forma.

De igual forma, cuando queremos tener un jardín con un espacio de césped verde y fresco, debemos hacer lo mismo: cortarlo e hidratarlo constantemente.

Los árboles recién plantados en el jardín deben podarse anualmente hasta que alcancen un tamaño adecuado. El objetivo: formar una buena corona a la altura deseada. Esto se llama poda formativa.

Una vez alcanzado el objetivo, basta con realizar una poda de apoyo para eliminar las ramas secas, torcidas o no podadas de la copa.

El mismo método puede aplicarse a los arbustos para formar un seto o para destacar ejemplares individuales.

¿Cómo podar cada arbusto?

A los arboles hay que cortarles las ramas, no solo con fines estéticos, algunas ramas se vuelven una molestia o pueden representar un problema si están en vía publica.

Las ramas pueden cortarse tanto con sierra manual como con una sierra eléctrica y debe hacerse desde arriba hacia abajo (teniendo así control de la caída de la misma).

¿Cuentas con espacios de madera en tu jardín?

Los mismos, casetas, bancos, deben ser tratados con conservantes y por los menos cada dos años deberían recibir tratamientos con capas impermeabilizantes y conservantes.


Ojo con las plagas

Las plagas son el peor enemigo para tu jardín, y a la larga, también podrían ser un real dolor de cabeza para el dueño de este espacio, ya que el gasto en tratamientos puede ser superior a la inversión hecha en el mismo.

Es por ello, que a tiempo se deben tomar todos los tratamientos preventivos para evitar la aparición de estos males en nuestro jardín.

El clima favorable puede crear problemas para las plantas, como parásitos y enfermedades.

La mejor manera de evitar que estos problemas se repitan año tras año es utilizar especies vegetales menos sensibles y bien adaptadas al jardín. Las especies autóctonas suelen ser más eficaces. Asegurar unas buenas condiciones de iluminación, suelo, agua y alimentación.

Presta atención al riego y al abono La falta de agua y nutrientes puede hacer que las plantas vulnerables sean más susceptibles a los ataques de las plagas. Un exceso de nitrógeno favorece las infestaciones de pulgones. Un exceso de humedad favorece la aparición de hongos en las raíces. ¡Cuidado! Si todavía tiene visitantes, pruebe otros métodos antes de tratarlos con insecticida.

Por ejemplo, si tienes una infestación de pulgones, el control biológico puede ser muy eficaz. La liberación de mariquitas es la única forma de prevenir las plagas. El jabón potásico también es un producto respetuoso con el medio ambiente que no sólo es eficaz, sino también inofensivo para las personas y los animales. Utilice siempre los insecticidas como último recurso.


Fertilizar el jardín

Hacia el final del invierno, las plantas vuelven a estar activas. Pasan por varias etapas de crecimiento, floración y fructificación antes de volver a la hibernación.

Es entonces cuando la planta necesita el mayor número de nutrientes posible. Abonar a finales de invierno y principios de otoño. Utilizar abono orgánico bien compostado o granulado de liberación lenta. Estos proporcionan a la planta los macronutrientes que necesita (nitrógeno, fósforo, potasio, azufre, calcio y magnesio).

También se pueden añadir abonos más especializados si faltan agentes quelantes como el hierro o el cobre. Sin embargo, lo anterior suele ser suficiente.


Riego automático

Con la llegada del calor, algunos tipos de jardines requieren un riego regular para compensar la falta de precipitaciones. A más evaporación, menos precipitación y, por supuesto, más frecuencia de caída. Por eso, si no quieres pasar tiempo trabajando con una manguera, lo ideal es instalar un sistema de riego automático desde el principio.

Un sistema típico de riego de césped, por ejemplo, tarda unos 30 minutos en regar en verano.

El riego automático es una necesidad:

  • Comprueba en primavera que todo funciona correctamente.
  • Prueba los aspersores para ver si tienen fugas y están obstruidos.
  • Sustituye las pilas del mando por otras nuevas para no quedarte tirado en vacaciones.

Cómo reproducir tus plantas

Si tienes una planta favorita, puedes propagarla de forma sencilla y plantar con ella nuevas plantas en tu jardín.

Para obtener nuevas plantas, es fácil tomar esquejes seleccionando tallos vigorosos que no sean demasiado leñosos o blandos. Cortar en diagonal por debajo de los botones florales. Retire las hojas inferiores y las flores, si las hay. Colocar en un sustrato fresco y húmedo. Siempre que no haya falta de humedad, la planta echará raíces rápidamente y producirá una nueva planta idéntica a la anterior.

En el caso de las plantas en maceta, corta la maceta con las raíces por la mitad y sepáralas con las manos o con unas tijeras.

Ten cuidado de no dañar las raíces. Este método es muy adecuado para las especies con rizomas.


Plantar plantas en el jardín

Por supuesto, plantar nuevos plantones también es un reto. Añadir nuevas plantas al jardín siempre es emocionante, aunque quizá no tanto si ha habido inviernos helados.

¿Por qué no aprovechar para plantar algunas plantas antes de que llegue el calor?

De este modo, las plantas tendrán más tiempo para aclimatarse y se reducirán los daños en las raíces.

Elige especies aclimatadas a las condiciones climáticas y dales el espacio y el suelo que necesitan para desarrollarse.

Recuerda siempre regar las plantas después de plantarlas.

Un error común es plantar demasiadas plantas juntas en el jardín, lo que hace que algunas sean sacrificadas por otras.

No cometas este error, aunque al principio te parezca un jardín vacío…

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